Se trata de reconocer lo que las mujeres hacemos, traerlo al conocimiento, a las relaciones, a la política a la historia, a la vida. Reconocer la libertad femenina que hay, que ha habido y que habrá
El no reconocimiento de la libertad femenina, conlleva violencia, violencia continua de los hombres que la niegan. Por el contrario, reconocerla, significaría paz de verdad, paz como reconocimiento de la vida humana y puede traer una política sexual mucho más justa.
El patriarcado ha acabado dentro de cada mujer que ya no le tiene lealtad. El patriarcado aún existe, pero la mujer lo ve como una injusticia, no como algo inevitable, o como una discriminación.
La presencia de mujeres en gobiernos occidentales, ha disminuido en los últimos años. Por qué, porque tener el poder, hoy por hoy, quiere decir ejercerlo en términos masculinos. Y una mujer viviendo en términos masculinos es una mujer alienada.