Tu Placer Clitórico no lo he visto en Cristina Campo: he visto herida curada con sal
Con gusto comparto hoy contigo el comentario que me ha hecho Pilar Babi, mujer grande, a su lectura de mi conferencia en Sassari titulada “El placer clitórico: la unión sin esfuerzo”. ¡Gracias, Pilar!
Foto: Marta Vergonyós Cabratosa
Dice Pilar Babi Rourera:
“Estoy escuchando tu audio. Gracias por enviarlo. Se da la circunstancia de que durante este largo ingreso hospitalario que estoy viviendo he leído “Los imperdonables” y las Cartas de Cristina Campo a María Zambrano. De Cristina Campo me ha conmovido su entrega a la lengua (también su entrega a la amistad), sus palabras sentidas sensoriales como masticadas y olvidadas, sus metáforas fieras de olor salvaje. Me ha extrañado su insistencia en el padecer, sobre todo cuando habla de los padres de la iglesia y sus desiertos: parece que la santidad esté no solo en desnudarse sino en dejarse la piel en los guijarros de Dios. Sin encarnación, sin vientre, sin cuidado, sin madre de Dios… Y esa nostalgia extraordinaria, nostalgia de algo que no es un ayer; es un paraíso perdido. La he leído, saboreado y vuelto a leer. He escrito fragmentos para que la mano comprenda cosas que el ojo tal vez no. Tu Placer Clitórico no lo he visto en Cristina Campo; he visto herida curada con sal. Con la excepción del amor entregado y placentero a la palabra y a la amistad. De María Zambrano, lo que he podido leer, una de esas relaciones salvíficas. Me la llevo en el corazón, aunque cargue con ese pedazo de ayer y su peso. Qué gracia la coincidencia de que hablemos ahora de ella.”