Las relaciones felices transforman el mundo en Mundo, en Mundo femenino, ese Mundo en el que caben también los hombres que quieren ser mujeres, aunque imprescindibles no sean.
Por eso, nuestro libro intenta traer a la lengua materna (que no coincide con las lenguas nacionales) el Mal sentido y vivido en la propia experiencia, sea hecho o padecido. Intenta traer a la lengua (órgano y palabra) la experiencia del Mal partiendo del sentir propio originario de cada una de sus dos autoras. Teniendo siempre en cuenta el valor de la autenticidad, que nosotras estamos seguras de que existe en y entre las mujeres, y de que es la savia y la lumbre del pensamiento del pensum, de la escritura femenina y del placer clitórico.
La experiencia del Mal seca la boca y la vulva.
(María-Milagros Rivera Garretas, Tocadas por el Mal, p. 22-23).