¿Quién era la consorte amiga y fiable (“consors amica fidaque”) de Dhuoda? No sabemos. Lo importante es que la tenía.

¿Quién era la consorte amiga y fiable (“consors amica fidaque”) de Dhuoda? No sabemos. Lo importante es que la tenía.

Te invitamos a conocer más noticias fascinantes de Dhuoda, la escritora que da nombre a nuestra Asociación, y a disfrutar de la belleza de la escritura manuscrita del siglo IX, la letra carolina capital y carolina cursiva, en la que Dhuoda escribió en pergamino su “Liber Manualis”.

Está conmigo, sin embargo, una consorte amiga y fiable. El Manual de Dhuoda, un libro de Amor en la distancia y en la pérdida.

María-Milagros Rivera Garretas

Foto1

Madrid. Biblioteca de la Universidad Complutense, BH MSS 131.
Rábano Mauro (780?-856), “De Laudibus Sanctae Crucis”. Circa 850.
Letra Carolina capital en los textos superpuestos a las ilustraciones y Carolina
cursiva.
Procede de la Biblioteca de Isabel la Católica.

Las mujeres sabemos mucho de Amor. El cuerpo femenino indica apertura a lo otro, sin obligar a nada. Bastantes mujeres a lo largo de la historia han interpretado la apertura del cuerpo femenino a lo otro en términos amorosos. Estas mujeres han amado a quienes tenían cerca y, también, han amado en la distancia. Una de ellas, muy antigua pero que nos resulta cercana porque fue condesa de Barcelona y porque su escritura y su historia nos siguen inspirando a muchas, es Dhuoda.

Dhuoda fue una culta noble franca de lengua materna germánica, nacida hacia el año 803. El 29 de junio del 824 se casó en la capilla palatina de Aquisgrán con Bernat de Septimania, sobrino segundo de Carlomagno, pasando a ser marquesa de Septimania y condesa de Barcelona, Girona, Ampurias y Rosellón. Vivió en Uzès, donde nació, el 29 de noviembre del 826, su “deseadísimo” hijo Guillermo. Casi quince años más tarde, el 22 de marzo del 841, nació su hijo Bernardo. Poco después, el marido le quitó a los dos niños para usarlos como prendas de sus intereses de poder en la corte carolingia. Para aliviar su dolor y contribuir a que pensaran en ella y se educasen según su deseo, Dhuoda les escribió entonces, en latín, un “Liber Manualis” (Libro manual), o sea, un libro que llevar y tener a mano. Ella misma escribe meticulosamente que lo empezó el 30 de noviembre del 841 y lo terminó el 2 de febrero del 843, sin saber todavía qué nombre le habían puesto a su hijo pequeño, que tenía ya casi dos años. El libro de Dhuoda es un libro de amor en la distancia y en la pérdida.

Dhuoda presentó su libro con estas palabras:1

“Comienza el libro manual que Dhuoda dedicó a su hijo Guillermo.

A la mayor parte de las madres de este mundo les es dado gozar de la proximidad de sus criaturas, mientras yo, Dhuoda, me veo tan lejos de ti, hijo mío Guillermo, y por ello llena de ansiedad y de deseo de serte útil; por ello, te envío esta obrita escrita partiendo de mi nombre, para que la leas y te formes; me alegraré si, aunque yo esté corporalmente ausente, precisamente este librito te hace pensar, cuando lo leas, en lo que, por amor de mí, debes hacer”.

Para poder escribir un libro de amor en la distancia y en la pérdida, Dhuoda contó con una relación privilegiada con una mujer. Escribe unas líneas más abajo del fragmento citado, en un epigrama acróstico que es un diálogo con Dios, ese dios uno de cuyos nombres es Amor:

“Dame, te ruego, generosamente,

la fuerza de superar el eje de la esfera hasta tu diestra.

Iría así al reino donde, como creo,

tu gente puede quedarse a descansar sin fin.

Pues aunque yo sea indigna y frágil, esté exiliada,

enfangada y atraída por lo más bajo,

está conmigo, sin embargo, una consorte amiga

y fiable, para absolver los delitos de los tuyos.”

De Dhuoda hay, entre otras, cinco traducciones hechas por mujeres en el siglo XX, todas ellas universitarias.2 Estas traducciones se estrellan ante la sencilla frase latina: “Est tamen michi consors amica fidaque”, “Está conmigo, sin embargo, una consorte amiga y fiable”. El editor más conocido del texto de Dhuoda en el siglo XX, Pierre Riché, y sus colaboradores, tradujeron en 1975, indiferentes al feminismo: “Tengo, sin embargo, una compañera amiga” y, perplejos, pusieron una nota diciendo que esta “consors amica” “podría ser la Virgen María, por lo demás ausente del Manual”.3 Lo dicen pasando por alto que el culto a la Virgen es del siglo XII, por tanto, trescientos años posterior a Dhuoda. En 1991, la segunda de las dos traductoras al inglés, Carol Neel, a pesar de ser una de las redescubridoras de la historia de las beguinas, siguió literalmente a Pierre Riché, atreviéndose solo a decir en nota que quizá la Virgen era un culto femenino ya en el siglo IX.4 La traductora más reciente a esa lengua, Marcelle Thiebaux, en 1998, repitió lo mismo que Riché, empeorándolo incluso a fuerza de emancipación: “Está conmigo una amiga,” –traduce- “una señora que confía en que perdonarás los pecados de tu pueblo”.5 Solamente Mercè Otero Vidal, al traducirla al catalán en 1989, ella sí atenta al feminismo, se había atrevido a decir en nota que “apetecería pensar que Dhuoda tenía verdaderamente a su lado una ‘amiga consorte y fiel’, pero sobre la ‘sororidad’ en el siglo IX no podemos saber nada más”.6

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¿Tan difícil era creer a Dhuoda y traducir literalmente lo que ella escribió?

Dhuoda está hablando de una mujer concreta, una consorte amiga con la que le une una relación de fidelidad y de confianza, una mujer que le da medida de lo real ayudándole a soltarse ella –la propia Dhuoda- de “los delitos de los tuyos”. Es decir, se refiere a una mujer que le ayuda a Dhuoda a dejar de dar crédito a los delitos de su marido el marqués de Septimania y sus seguidores, marido que le ha quitado a sus dos hijos para usarlos de rehenes en las luchas inciviles contra el emperador en las que está metido, luchas que le costarían la vida a él y también a su hijo Guillermo. Es la relación con su “consors amica fidaque” lo que le suelta (lo que le absuelve, de absolvere, “soltar de”) a Dhuoda de su enganche con los delitos que su marido ha cometido contra ella, y le abre, en cambio, a lo grande, a la libertad de amar, de estar ella en Amor, que es, como es sabido, uno de los nombres de Dios. Amor, por tanto, no es un absoluto, sino un camino. Para Dhuoda, el camino fue el de amar a sus hijos inventando la mediación del libro dedicado a ellos, nutriendo así en su interior, durante los primeros dos años dificilísimos de pérdida de sus hijos, no el resentimiento contra el marido, resentimiento que le habría amargado a ella la vida, sino cultivando el amor, el amor en la distancia. Así, ella no cambió la realidad de los delitos de Bernat de Septimania, sino que cambió la relación de ella –de Dhuoda- con esta realidad tremenda. Interpreta el rumor de los recuerdos, rastreando en ellos los signos de Amor; su rastrear no cambia la realidad de la distancia, de la pérdida, sino que cambia mi relación con esta realidad, liberándome de la nostalgia o del rencor y volviendo así a dar lugar a Amor en mí.

(Extracto de: María-Milagros Rivera Garretas, “Está conmigo, sin embargo, una consorte amiga y fiable. El Manual de Dhuoda, un libro de amor en la distancia y en la pérdida”, “DUODA. Revista de Estudios Feministas” 30 (2006) 151-155. Y Ead.,Está conmigo, sin embargo, una consorte amiga y fiable”, en VV. AA., La Relació. Documents 2000-2008, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2009, 73-74).

1 Los fragmentos que cito proceden de la traducción que estamos haciendo del Liber manualis las investigadoras que formamos el Projecte Duoda, en el Centre de Recerca de Dones DUODA (UB), para la BIBLIOTECA VIRTUAL DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA DUODA, https://www.ub.edu/duoda/bvid/

2 Son: Dhuoda, The ‘Liber Manualis’ of Dhuoda: Advice of a Ninth-Century Mother for Her Sons, texto y trad. inglesa de Myra Ellen Bowers, Tesis doctoral, Catholic University of America, 1977. Dhuoda, Educare nel Medioevo. Per la formazione di mio figlio. Manuale, texto ytrad. italiana de Gabriella Zanoletti, Milán: Jaca Book, 1982. Duoda, De mare a fill. Escrits d’una dona del segle IX, trad. catalana de Mercè Otero Vidal, Barcelona: LaSal, 1989 y Ibid., Proa: 2004. Dhuoda, Handbook for William: A Carolingian Woman’s Counsel for Her Son, trad. inglesa de Carol Neel, Lincoln y Londres: University of Nebraska Press, 1991. Dhuoda, Handbook for her Warrior Son. Liber Manualis, ed. y trad. inglesa de Marcelle Thiebaux, Cambridge: Cambridge University Press, 1998.

3 Dhuoda, Manuel pour mon fils, introd., texto y notas de Pierre Riché, trad. francesa de Bernard de Vregille y Claude Mondésert, París: Du Cerf, 1975, p. 75, n. 2. (“Sources Chrétiennes” 225).

4 Dhuoda, Handbook for William, p. 3, n. 23.

5 Dhuoda, Handbook for her Warrior Son, p. 45, n. 15.

6 Duoda, De mare a fill, p. 36-7, n. 6.

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