Hoy y todos los días del año te invito a compartir con los hombres sensibles y que conozcas la poesía 1212 de Emily Dickinson, que vio morir a sus amigos en la Guerra de Secesión norteamericana. Hay que leerlos y releerlos para que cuajen dentro y, entonces, las sensaciones se vuelven inolvidables. La conciencia cambia. No habrá paz si los hombres no aprenden a detestar las guerras. Las hacen ellos, aunque haya soldadas.
Dice así Emily Dickinson:
Mi Triunfo duró hasta que los Tambores /
Hubieron dejado solos a los Muertos /
Y entonces yo dejé caer mi Victoria /
Y reprendida me escabullí /
Adonde las Caras acabadas /
Volvieron sobre mí Conclusión /
Y entonces odié la Gloria /
Y deseé que yo fuera Ellas. /
Lo que está por ser es descrito muy bien /
Cuando además ha sido – /
Si la Perspectiva pudiera saber a Retrospectiva /
Las Tiranías de los Hombres /
Serían más Tiernas, más divinas /
Hacia lo Transitivo – /
Una contrición de Bayoneta /
No es nada para los Muertos – /
Imágenes: Manuscrito autógrafo de Emily Dickinson
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