✨ Comparto hoy contigo una experiencia preciosa de lectura de “El placer femenino es clitórico”.
Ojalá te guste.
Donde no siento placer no tiene sentido estar
“Ver el diálogo sobre el libro El placer femenino es clitórico me hizo sentir el impacto que la lectura ha tenido en mí con el pasar de los años. Leí la obra en diciembre de 2020 y recuerdo que fue catártico para mí. En ese momento, me di cuenta de que, no solo debía reparar mi relación con el placer, sino ponerla al centro de mi vida. Llevaba años con un nudo atorado con respecto al placer, el cual sabía que era importante desatorar, pero siempre lo terminaba poniendo en último lugar y daba prioridad a otros asuntos de la vida que erróneamente me parecían más urgentes de resolver. Poco a poco, sin darme cuenta, fui deshaciéndome de la falsa separación que me había mantenido lejana a mi cuerpo y también a mi alma. Hoy, después de ver el video, me doy cuenta de lo importante que es la práctica, que trasciende y desborda la lectura inicial del libro.
Hay algo que me parece vital y que queda plasmado en el video y es la idea de que el almacorporal eres tú, es una misma. “La separación entre alma y cuerpo ha sido la operación más cruel, más persistente para dañar la vida, sobre todo la femenina.” Y más adelante: “El camino más importante es la Mística. […] Conocer la gracia que es el orgasmo clitórico.” Pienso en mi propia vida, en cómo en mi casa hubo una negación tan grande del placer, de cualquier tipo de placer. Eso por un lado y, por otro, cómo el camino de vida al que nos orilla el patriarcado lo que hace es alejar a las mujeres de sí mismas, de quiénes son. Yo pasé mucho tiempo poniendo y buscando fuera de mí el sentido de mi propia vida. Pensaba en propósitos abstractos, aparentemente universales, pero que estaban todos fuera de mí, que no partían de mí misma, que era imposible sentir en mi almacorporal. Estaban sustentados en ideologías. En ningún momento el placer entraba como centro para elegir mi camino.
Ahora no puedo mas que sentir una unión que antes estaba desdibujada. El placer ahora me da sentido de realidad y tengo muy claro que donde no siento placer no tiene sentido estar. Es un camino comenzado, que no termina, en el que me sigo descubriendo, pero siento una ligereza que nunca antes había sentido.”